[ROSA DIEZ] ¿QUIEN DIJO MIEDO?

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Del Blog de Rosa Diez

¿QUIEN DIJO MIEDO?

De vez en cuando el diario nacional más institucionalmente pro-psoe se hace eco de la anomalía democrática en la que viven miles de ciudadanos españoles que tienen su residencia en el País Vasco. Ese fue el caso el pasado domingo con el reportaje firmado por Juan Jesús Arnáez titulado "Días de Plomo en Euskadi".  Su lectura es obligatoria si uno quiere saber --recordar-- la situación de indefensión y de falta de libertad que sufren los ciudadanos vascos que no han renunciado a defender principios democráticos;  los que no se han plegado al nacionalismo; los  que no se han asimilado a su doctrina;  los que han decidido dar la cara para construir una sociedad normal frente a esa normalizada por la que matan los terroristas y por la que suspiran los nacionalistas de todo tipo.

Las declaraciones de Pilar Elías o Manoli Uranga, ex concejalas ambas de partidos constitucionalistas (del PP la primera, del PSOE la segunda de ellas), describen nítidamente  el día a día de quienes no han renunciado a ser ciudadanos libres. Y señalan también con plena claridad la falta de piedad que se ha constatado en la mayoría de la población del País Vasco. No es sólo indiferencia lo que hace que la mayoría de mis conciudadanos miren para otro lado; no es miedo, o comodidad: es que han perdido la piedad. El terrorismo nacionalista vasco y el calculado discurso del nacionalismo institucional y del partido que lleva las siglas de Izquierda Unida en Euskadi han hecho que una gran masa de ciudadanos del País Vasco deshumanicen a todos aquellos que sufren la persecución del terrorismo. Sí, digo bien: la deshumanización del adversario --o del enemigo, según de qué parte del nacionalismo estemos hablando-- es un principio largamente estudiado por el nazismo. Los fascistas nazis, desarrollaron con precisión matemática la teoría de la deshumanización de todos aquellos que eran hacinados en los campos de exterminio. Se trataba de convertirles en "objetos" despersonalizados para que su asesinato y su dolor no perturbara la  vida cotidiana de los victimarios.  Y lo consiguieron. Recuerden cuantos testimonios conocemos de dirigentes de las SS que tras planificar crímenes en masa; tras seleccionar los instrumentos de tortura; tras impulsar las más sofisticadas de las drogas, de los experimentos con niños, asistían a conciertos, leían cuentos a sus propios hijos, bañaban cariñosamente a sus bebés... o disfrutaban ejecutando o escuchando hermosas melodías.

Esa práctica de la deshumanización es la que funciona en Euskadi. Pero si esa práctica maligna, perversa, sólo estuviera implantada entre los criminales,  la cosa sería menos grave. Pero no: lo dramático, lo que hace la vida irrespirable en todos esos lugares de los que habla el reportaje de Arnáez es que esa práctica maligna no está extendida  por toda nuestra geografía social. Impregna la vida de esos padres cariñosos que estos días  están comprando los regalos de reyes; que llevan a sus hijos al parque; que les enseñan las estrellas del belén y cantan villancicos; que van con toda su familia a misa los domingos; que les ayudan a hacer los deberes; que comen y cenan con sus amigos del trabajo; que brindan por la paz...

No, la cosa es mucho más grave. No son unos pocos criminales los que han perdido la piedad: es una sociedad enferma la que ha decidido sobrevivir en la indignidad. Es una sociedad enferma que ha perdido los referentes éticos; es una sociedad enferma que prefiere no contaminarse del sufrimiento del otro para no tener que actuar.

Pero en  esa sociedad en la que anida la impiedad hay voces que se levantan y dicen Basta Ya!!. Son voces como las de Manoli o Pilar. Son voces que piden a los poderes públicos que dejen de calcular y apliquen la ley de forma recta y sin arbitrariedad ni cálculo alguno; son voces que les dicen a nuestros gobernantes que no carguen la responsabilidad de echar a los terroristas de las instituciones sobre las ya castigadas espaldas de los que cada día se juegan la vida. Son voces que no quieren que nadie eluda su responsabilidad. Son las voces de quienes no olvidan, de quienes no se resignan. Son las voces de quienes creen en el Estado de Derecho y en la primacía de la democracia. Son las voces de quienes sabemos que la piedad es un valor que debe adquirir categoría política en una sociedad en la que el asesinato de un ciudadano dura menos en la portada de los medios de comunicación y en las conversaciones de los bares que el resultado de un partido de futbol.

¿Necesita el Gobierno más argumentos para actuar y disolver los ayuntamientos gobernados por ANV que la mera lectura de este reportaje? Si Rodríguez Zapatero tiene alguna duda de lo que significa la colaboración reiterada, grave, expresa o tácita con el terrorismo, que pregunte a cualquiera de los ciudadanos que vive en los ayuntamientos gobernado por  la organización terrorista ANV. Y cuando ese ciudadano se lo cuente, que le llame demagogo si no le gusta su respuesta; y que les explique a Pilar o Manoli que expulsar a ANV es "oportunismo". Que les explique  que permitir  que una organización terrorista mantenga el poder en las instituciones democráticas municipales es "sentido de estado" Y que no se puede tocar "el pluralismo" con el bisturí. Que se lo explique a los que se saben amenazados desde las propias instituciones. Que nos lo explique, vaya. Que nos lo explique y se vaya después-- con su conciencia tranquila y su sonrisa bien puesta--  a disfrutar de las vacaciones de Navidad con su familia.

Nosotros seguiremos aquí. Al lado de Manoli y de Pilar; y de tantos hombres y mujeres anónimos que luchan cada día para que termine este periodo de anomalía democrática. Para que tengamos, como dice Manoli, libertad para poder vivir. Y recordaremos cada día aquella definición de Albert Camus sobre el hombre rebelde: el que sabe decir no. Nosotros diremos no al silencio; diremos no al cálculo; diremos no al conformismo; diremos no a la complicidad; diremos no la aplicación asimétrica de la ley. Y diremos siempre no a quienes quieren excluirnos por decir no.



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Publicado por VRedondoF para ROSA DIEZ el 12/22/2008 11:47:00 AM