La bomba de la financiación autonómica está a seis meses de estallar
@S. McCoy - 22/04/2008 06:00h
Punto de partida. A raíz del artículo publicado ayer en esta misma columna, he leído, a sugerencia de un participante de nuestro ilustrado foro, la entrevista dominical de La Vanguardia al vicepresidente del gobierno, Pedro Solbes, una lectura de la que saco dos conclusiones inmediatas, respuesta a las preguntas que planteábamos: no hay en España un modelo económico a imitar ("estamos trabajando para conseguir que en el futuro la economía crezca con actividades de mayor valor añadido", hasta ahí correcto, "prolongación de lo que empezamos a hacer en la legislatura anterior". Mecachis, con lo bien que íbamos. ¿Continuación de qué? Me enumere, por favor. Es más fácil creer en el comienzo de la frase: "seguiremos actuando de acuerdo con la evolución de la situación", expresión que, al menos, parece más sincera), ni grandes ideas, o "actuaciones correctoras orientadas a mitigar los efectos de una sequía financiera, causadas por fallos graves en los mercados financieros de EEUU", tal y como definía el Plan de Choque el editorial de EL PAIS del sábado, para solventar la crisis ("nuestro planteamiento es más sencillo. Dejar que sea el mercado quien ajuste los excesos que se han cometido. Dejaremos actuar a los estabilizadores automáticos, como quiere la Unión Europea", que parece que no se ha parado Solbes a pensar qué puede suponer en nuestro país la actuación de los estabilizadores automáticos al uso: probablemente crecimientos de PIB negativos durante una temporada para superar la situación de abultado déficit exterior con el hándicap de un euro por las nubes).
Hecha esta precisión inicial, la cuestión no va tanto hoy por el lado de la administración central como por lo que respecta a la situación autonómica. Les recomiendo que hagan una visita a la web que les adjunto. En ella se exponen, de manera agregada, los ingresos fiscales, no financieros, previstos por la Comunidad de Madrid para 2008, región que se toma a efectos ilustrativos. Pues bien, cerca del 70% de los mismos corresponden a cuatro impuestos principales: el 33% cedido del impuesto sobre la renta de las personas físicas (rentas del trabajo y del capital), 35% del IVA (ligado al consumo), 100% de Transmisiones Patrimoniales (vinculado fundamentalmente a la actividad inmobiliaria) y Actos Jurídicos Documentados (dependiente de la actividad económica). Donaciones y sucesiones y Patrimonio apenas suponen un 4% del total si bien alcanzan la no despreciable suma de 727 millones de euros. Se trata, como saben, de tributos en vías de extinción. Pues bien, miren a su alrededor por si acaso hay crisis, echen ustedes cuentas y luego cuéntenme cómo lo van a hacer las distintas regiones de España para cuadrar sus presupuestos cuando ya en enero la recaudación por IRPF había caído en términos homogéneos a nivel estatal cerca del 9% y la del IVA se había contraído por encima del 10%. Eso por no hablar del ITP al que los peores augurios anticipan caídas superiores al 50% en las zonas más expuestas al ladrillo. El agujero en las cuentas públicas de las comunidades, toda vez que la capacidad de contener gasto con los compromisos que tienen asumidos es difícil, puede ser de órdago a la grande. Veremos cuanto tarda en manifestarse.
Dicho esto, no es extraño ver a áreas como la de Castilla la Mancha, creando figuras intermedias como la Vivienda de Protección Público Privada, forma burda de encubrir la intervención directa de la administración regional en la economía, pues qué es sino intervención la fijación de precios máximos pero con garantía de recompra por parte del propio ejecutivo regional de los pisos no vendidos. Y es que más allá de la preocupación por los gobernados, que como el valor en los toros se supone, existe también en los gobernantes una honda congoja acerca de lo que, financieramente, les puede deparar el futuro inmediato. Porque, ya lo decía el jefe de un servidor: cuando el viento sopla de cola, hasta los pavos vuelan. Sin embargo, ha llegado la hora de que las vergüenzas de cada uno queden al aire y, con ellas, la capacidad de generar o no riqueza suficiente dentro de la Comunidad para solventar la crisis. El federalismo, que no deja de ser una realidad fáctica en España, gracias a múltiples concesiones que no parecen tener vuelta atrás, es lo que tiene. Habrá sorpresas.
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Publicado por VRedondoF para FINANZAS el 4/29/2008 05:54:00 PM